Se muy bien que les caerá medio pesado lo que voy a expresar, pero no me caracterizo por andar diciendo Gre Gre para decir Gregorio.
Los Blancos en este momento parece que no tienen partidos que compitan con ellos para llegar a una segunda vuelta con el Frente Amplio.
No tengo dudas que hoy por hoy una enorme mayoría de los uruguayos tiene el ferviente deseo que se vaya este Frente Amplio del gobierno.
Y quizás me quedo corto.
Sin embargo en el hipotético caso que quien sea el que confronte al Frente en un balotaje vuelva a ser Luis Lacalle Pou ese porcentaje sería menor al 50% dándole el triunfo y la continuidad a Mujica y Astori nuevamente.
En los últimos días quedó de manifiesto que Lacalle Pou operó para debilitar a Larrañaga llegando incluso a recibir en sus filas al intendente de Artigas electo por Alianza Nacional.
Una falta de códigos y ética que personalmente no me sorprende para nada; pero, no es la medida indicada por cierto.
Este comentario que no sé quién es el autor maneja como nosotros lo pensamos la situación…
“El cuquito siempre operó para debilitar al guapo, pero ahora se da cuenta que no le sirve que sea tan débil, el cuquito -al igual que el padre- es muy bueno para conseguir votos adentro del partido, pero no es bueno para conseguirlos afuera, por esa estampa de petizo oligarca y compadron, y porque con ese apellido tiene un techo muy bajo.
Lamentablemente, quienes están hegemonizando al partido son los más elitistas, que como el cuquito viven en La Tahona y llevan a sus hijos al British, es decir están lejísimos del común de la gente.
Un desastre, porque no va a ser posible sacar del gobierno a los frentitupamplistas y hay gran chance que el próximo presidente sea el viejo camandulero y farsante de Mujica”
No tengo dudas que con Lacalle Pou hay frente para rato.
En cambio hoy por hoy con Larrañaga se le puede ganar.