LA TRAICIÓN DE LA IZQUIERDA URUGUAYA A LA DEMOCRACIA.

Spread the love
Por Manuel flores Silva 
Hoy hace 48 años del golpe de Estado militar.
Una ala de la izquierda proponía la lucha armada y terminar con la democracia y mataba, secuestraba y robaba a diario.
Otra ala de la izquierda proponía diariamente -por sí misma y a través de la central sindical- derrocar la democracia y sus derechos “formales” burgueses e implantar la dictadura del proletariado. Entonces ese espanto dominaba medio mundo.
Esas dos alas manejan hoy la mayoría del Frente Amplio.
En 1972 el MLN resolvió la Guerra final: el 14 de abril de 1972. Ese día mató a 5 personas en 5 emboscadas.
En pocos meses mató a un peón rural que nada sabía, al hermano del jefe de las fuerzas conjuntas, a 4 soldados que custodiaban la casa del jefe del ejército y tomando Pando mataron inocentes, etc. Una escalada asesina. Decenas de muertos.
El parlamento llamó al Ejército y en pocas semanas resolvió el tema. No era una revolución sino una locura.
Jorge Batlle denunció, en octubre de 1972, que militares y tupamaros presos, sin embargo, estaban combinando la derogación de la propia democracia.
Jorge fue entonces preso por atacar a las FFAA, paradójicamente, y fue el primer preso político de la dictadura.
La generación que integró fue la carne de cañón (muerte y tortura) del desvarío de los dirigentes de la izquierda violenta que pactaron, muchos, no ser torturados a cambio de delatar toda su organización.
O cambiar libertad por fichero de militantes.
Dos horrores habían tomado al país de rehén de sus errores, ambos homicidas.
En febrero 9 de 1973, un día como hoy, los militares liquidan, claro, la vigencia de la Constitución.
Los opositores reales a esa sublevación son los batllistas y los wilsonistas.
El senador batllista Amilcar Vasconcellos publica “Febrero Amargo” y relata la traición institucional de los militares.
Al golpe de Estado y a la traición institucional lo apoya entonces el Frente Amplio y la central sindical CNT.
No es una mera inferencia. El apoyo explícito al Golpe fascista fue dado en discursos en la plaza, comunicados oficiales, artículos de prensa en todos sus órganos de prensa, etc., por todos los sectores del FA (digo todos) y por sus autoridades oficiales.
Está todo en la prensa ( lo debatí en cuanto se consiguió la democracia, 12 años después, con en ex diputado comunista Héctor Rodríguez. Publiqué así ya entonces, en enero de 1985 en Jaque, las adhesiones frentistas al golpe).
Creyeron que era un golpe de izquierda (por eso apoyan hoy también a Maduro, a Daniel Ortega o a Cuba, etc.) y les parecía bien derrocar así a la preciosa democracia uruguaya.
O por eso apoyaron también a la Unión Soviética y al socialismo real, el sistema más homicida en la historia de la especie.
Para terminar la mayor estafa intelectual de la historia uruguaya, los autores de aquella traición dijeron después que ellos recuperaron la democracia.
La democracia que ellos combatieron la recuperamos los republicanos colorados y blancos.
Antes y después del golpe el FA obtuvo en torno al 20% de los votos.
El 80% de los uruguayos que apoyaban a los partidos históricos llenaron de papeletas de NO a los militares el plebiscito de 1980, llenaron de río de libertad el acto del obelisco de 1983, por ejemplo.
Estos fueron los hechos. Otra cosa es verso. En tiempos de predominio de versos nos parece necesario aclararlo.
Quiero terminar con dos homenajes y un abrazo.
Un homenaje al militar que ofreció a las instituciones enfrentar y bombardear a los golpistas: Almirante Zorrilla, colega Senador batllista cuando volvió la democracia. Sin olvidar al General Francese, general republicano contra quien se alzaron los golpistas.
Otro homenaje a los miles de miembros originales de la izquierda anti republicana que tuvieron la lucidez y el coraje de cambiar en medio de un sistema de censura atroz.
Y un abrazo a los wilsonistas, colegas de luchas republicanas.

 

Leave a Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.