Dr.AlvaroVero-Esp. en salud pública-Internista
Era el finales del 2020 donde en audición de Cero Estrés se nos prometió que en marzo del 2021 las barcazas estarían operativas en la costa de Salto.- Parecía ser que la economía departamental llevaría alivio al más alto grado de desocupación del país ,mediante la construcción de puerto deportivo, freeshop, Imaes sin un plan de salud general y en connivencia con los intereses de la cooperativa de la que se es dueño a la vez, y llegamos hasta el hidrógeno verde dentro de la ausencia de planificación de lo que es realmente necesario al ciudadano para hoy.-
Seguramente se hubiera deseado concreciones, fundamentalmente en el histórico puerto de Salto pero no por la idea del “Espacio Puerto” que poco aporta al departamento.-
Conclusión: el problema de los voluntarismos es cuando se deben dar soluciones.
Lo adelantamos desde siempre en nuestros comentarios: el problema no es poner ladrillos sino hacer historia.-
En la recta final sería necesario ajustar la brújula, ver el norte, las urgencias sociales y de salud, y pegar en el clavo o por lo menos intentarlo.
Lucio Séneca (filósofo y político de la primer cincuentena del calendario cristiano)-Córdoba/Roma- en sus obras señala “que ningún viento será favorable si no se conoce donde se quiere ir”, y a mi entender la amplitud de objetivos diversos ha llevado a pocas concreciones, fundamentalmente en la salud.
Véase los informes de OPP sobre la economía del departamento, la situación de la salud, la enseñanza, la vivienda, el desempleo, el escaso aporte al PBI departamental, y la pobreza existente que nuclea a todo el norte del país en los indicadores oficiales.
Hoy no se discute la relación pobreza – enfermedad, como tampoco la economía y la enfermedad.
Se sabe que más allá de las pirotecnias políticas de la salud los indicadores del departamento están en punta: Covid-19, sífilis neonatal, suicidios, enfermedades trasmisibles y cierto tipo de tumores.-
Dependemos de profesionales montevideanos que vienen periódicamente a efectuar alivio con sus profesiones, pero no se radican, no se considera el sistema sanitario salteño atractivo.-
Decía Aldo Neri (ex ministro argentino) que “la salud de un pueblo es función de los atributos peculiares que en lo social, político, económico el pueblo ostenta “, y vaya si los vecinos salteños aportaron al desarrollo del sistema a lo largo de los años.-
Hoy un grupo de madres de jóvenes adictos reclama por el tratamiento de lo que calculan en 3000 jóvenes (Cambio/6/3/23) .Es una de las prioridades de la ciudad.-
No hay salud si no hay salud mental.-
Tampoco hay salud mental si todo se centra en sueldos de alta dedicación, en inversiones de cooperativas sin fines de lucro en sociedades anónimas sanatoriales. No hemos visto un atisbo de programa para comenzar a democratizar la salud mental, y menos en el interior rural. No existe desde las autoridades políticas, ni sanitarias, la emergencia que este tipo de pacientes requiere, y por algo la tasa de suicidios.- Reitero: no hay salud si no se planifica y se vuelve operativa la salud mental. Y esto requiere voluntad, capacidad, iniciativa, presupuesto para cumplir con un marco legal que hace años fue elaborado.- Y que no se cumple.- Y es posible.-
¿El ciudadano cuantas veces paga su salud? varias veces; pero al momento de utilizar los servicios la insatisfacción lo enoja, la calidad no es lo esperado, las colas y demoras envilecen la atención y muy probablemente la oportunidad del tratamiento se aleje.-
Los demonios del presente no son causa de la pandemia, esta epidemia de atavismo y anomia comenzó bastante antes.-