YA GANAMOS!

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07/07/2018

Cuando juega Uruguay nos une ese grito de “soy celeste” y volvemos a levantar esa única bandera que es la de todos, esa bandera que hoy brilla y se luce entre los ocho mejores países del mundo. 


Ese sentimiento que despierta en los uruguayos cuando vemos a esta selección salir a la cancha y que representa pasado, presente y futuro. Esa historia de un Estadio Centenario que nuestro país levantó en menos de un año para recibir la primera Copa Mundial que finalmente se quedó en casa o lo que fue el día en el que el Maracaná enmudeció y la fiesta volvió a ser celeste.

Hoy estamos viviendo un proceso de selecciones que nos devolvió la esperanza, que nos hace levantarnos cada mañana, lucir nuestras banderas y ver salir a la cancha a nuestros representantes, luciendo la camiseta más linda y dando lo mejor por nuestro país.


Hoy sentimos que salimos a la cancha más de tres millones que nos identificamos con esta selección, por sus valores, por su entrega, por su sacrificio y por su humildad. Ese orgullo que vemos en esos jugadores profesionales que no reniegan su patria, sus ciudades y pueblos de origen, la de ese líder que transmite que el equipo debe estar por encima de cualquier individualidad, que nadie es más que nadie y vaya si será necesario tener eso siempre presente.
Soy celeste, como un grito de esperanza y de rebeldía que nos permite soñar en grande, que nos ilusiona, que nos regala grandes alegrías y nos emociona a todos. Ese soy celeste que nos enseña a dejar el alma en cada instante, a no rendirse, a luchar con convicción.
Este deporte llevó a que el mundo mire admirado hacia el Uruguay para intentar entender cómo es posible que desde una ciudad de un poco más de cien mil habitantes puedan salir dos delanteros de élite o desde localidades de menor población aún, salgas defensores como nuestro capitán. Lo cierto es que para el uruguayo, el fútbol es parte de nuestra cultura, de nuestra manera de ser, una de nuestras mayores costumbres.

Esta selección nos volvió a encontrar con nosotros mismos, en saber que al final del día somos todos uruguayos y que lo que todos queremos es que a nuestro país le vaya bien.


Hoy nuevamente nos volvemos a juntar al grito de soy celeste, porque somos todos hinchas del Uruguay que está entre los mejores del mundo siendo ejemplos de sacrificio, de convicción y de mucha entrega, de no haber bajado los brazos y de saber que ningún resultado está perdido sin haber jugado hasta el último segundo.


Más allá de ganar o no en la jornada de hoy o si nuestra selección sigue o no, siento que ya hemos ganado.
Espero que cuando esta competencia finalice podamos aprender de todos los valores que hoy vemos reflejados en nuestros representantes, que más allá de los resultados vale la pena el esfuerzo y la convicción de luchar por lo que más queremos.


Pase lo que pase hoy, orgulloso de ser uruguayo.
Arriba Uruguay!

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