Por Luis Garcia CABILDO ABIERTO. La política bien entendida como un servicio como una vocación de estar para nuestra gente, es un hecho cada día más cuestionable por la población que resulta ser un hecho muy peligroso.
El descreimiento en la clase política deriva en partidos débiles y en una democracia poco representativa a la vista de la población.
Que no ve en sus políticos la herramienta para ayudar a salir de las dificultades que cada época presenta, ya que cada momento presenta muchas dificultades por hechos y políticas vernáculas, y por los problemas globales que llegan a golpear a nuestra puerta.
Y en quien confiar para que esas cosas no, nos perjudiquen, en nuestra clase política.
El mundo demuestra que esto no está pasando, no muy lejos se puede percibir el descontento de la población por actitudes políticas que no son acordes con la realidad del pueblo.
En la vecina orilla, un nuevo político aparece como el anti política y suma votos solo contando la realidad de la política en la otra orilla, con ideas nuevas e irruptivas con una imagen poco común y con un alto tono de vos.
Claro con pobreza de un 40% y una inflación de tres dígitos con un dólar a más de 700 y una movilidad al alza poco creíble es imposible confiar en una clase política.
Y pone en jaque político a un país con muchas debilidades institucionales.
En América Latina el proceso de deterioro de la política es notorio, sobre todo por políticos que quieren más su posición que a su pueblo y permanecen en sus cargos de modo vitalicio, poniendo en duda los procesos electorales.
Las revueltas en Francia y la guerra entre Rusia y Ucrania, muestra la pérdida del valor de la política, la falta de dialogo y es evidente y la clase política no está a la altura de los nuevos desafíos.
Y por nuestro país como está la situación, que análisis surge de los nuevos acontecimientos, que pasa con los políticos locales y su comportamiento en estos tiempos difíciles.
Se presenta como los que resuelven los problemas de la gente ¿están a la altura?
En tiempo de rendiciones de cuenta es el momento donde la clase política muestra sus prioridades y pone a prueba su capacidad de dialogo para encarar momentos difíciles.
Imposible enumerar todo los hechos importantes pero mi humilde punto de vista mencionare algunos hechos importantes.
Después de 15 años de gobierno nacional y muchos más en la intendencia de Montevideo, la izquierda razona que es más importante el agua potable que un estadio por lo menos en las prioridades, y pone en evidencia la doble vara de su moral, este hecho es marcado por el propio ex presidente Mujica.
La lluvia no llegaba, todo se secó, pero cuando llueve Montevideo parece Venecia. Claro sin turistas y todo tapado de basura.
Desde la época de Bengoa que logro el milagro que un casino perdiera plata, no se ve en Montevideo tales como autos que flotan y ómnibus lleno de pasajeros y agua.
Y del otro lado mucho la verdad no se ve la clase política propuso a Raffo con una visión de oposición a una mala gestión pero ya fue, el poder le gano y dejo Montevideo por metas mayores como es la Presidencia.
Claro la batalla por Montevideo con esta clase política mediocre ya es una carrera perdida.
Si de prioridades hablamos el hospital de clínicas pide unos 170 millones de pesos y se les otorga cerca de 120, pero a la CTM sin ponerse colorados se le dan 200.000.000 contantes y sonantes, la verdad que es para mantener a una clase política lejos de la gente.
En nuestro departamento todo gira de mal en peor sin un rumbo claro de gestión.
La intendencia esta fundida, el intendente ausente, temas de candidatura lo mantienen ocupado. Y Salto en mano de 4 comunistas sin capacidad de gestión ninguna.
Con decir que tienen un pedido del sector turístico de apertura de termas de Dayman un día más, y no logran concretar, dialogo y política ausente.
Según el Senador Botana el gobierno paralelo de Salto Grande lo dirige Papa Noel que regala sin medida lo que es de todos pero con la intención de ser Intendente, política ausente y de muy mala calidad.
Una gestión política se desarrolla en Salto a espaldas de la gente, Blancos y Colorados se reparten los cargo de una manera coordinada como si fuera una partida de cartas para unos pocos y el botín parece ser enorme para unos pocos.
Mientras la desocupación campea por la ciudad oscura y tapada de posos los pocos pesos sale con toda razón hacia el otro lado y la vida decae.
La clase política ausente y sin capacidad de dialogo para dar respuestas a los problemas de la gente es hoy el gran desafío, políticos débiles producen instituciones débiles.