Esta semana ha sido de una discusión intensa por saber si existe una cañería maestra que cierre canillas en forma digitada.
Como si la falta de palabra en un acuerdo comercial se limitará a imaginar que es una cuestión política o intencional.
No es así. Las grandes transacciones comerciales se manejan a rigurosidad, a buen cliente, buena atención. Así de simple.
Lo que si debería preocuparnos y ocuparnos son otras cosas.
La utilización de dineros públicos es una responsabilidad que si nos quita el sueño, nos obliga, nos compromete. Esos dineros de Juan Pueblo que son utilizados maliciosamente a beneficio propio o de un colectivo que funciona bajo la luz iluminada de un líder que defiende el desbarrancar a cuenta de todo.
Hemos escuchado durante cinco años proyectos, anuncios, promesas, que siempre terminaron en lo mismo….nada.
Hoy quienes negaron la existencia de canillas sostienen que se cerró y a quien fusilaron pública y mediáticamente, planteó la solución.
Ese es el camino que nos compromete. El que nos desafía. Paysandú está a cien y poco de kilómetros, Artigas a doscientos, no quedan a distancia luz y sin embargo en cinco años los dos ejemplos citados crecieron.
Nosotros, Salto, desde la demagogia, el clientelismo, la mentira, nos hemos quedado años luz atrasados en una evolución que debería haber sido lógica.
De esto si hay que hablar, todos los que estamos convencidos de asumir la responsabilidad de gestionar los dineros de todos.
No podemos más seguir jugando al Fútbol 5, la situación nos obliga a jugar en cancha grande pero con responsabilidad, con compromiso y con la verdad.
Miguel Feris