Perforaciones en Uruguay ocasionan preocupación
Alejandro Nario, director de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) informó que se habilitaron cuatro perforaciones ubicadas en los departamentos de Paysandú, Tacuarembó y Salto, que pretenden identificar existencia de depòsitos de hidrocarburos . Diversas organizaciones ecologistas y ambientalistas locales emitieron un comunicado a la opinión pública denunciando y alertando sobre los posibles riesgos que significaba para el ambiente y las actividades productivas de las zonas implicadas. Por su parte, el Concejo Municipal de Tambores, donde se están realizando perforaciones, dio a conocer una declaración tras reunirse en sesión extraordinaria, en la que se reclama “potestad territorial” e información exhaustiva de la Dinama. y denuncia el “desconocimiento institucional” ante las actividades desarrolladas en cerro Padilla.
En el comunicado que emitieron las organizaciones ecologistas y ambientalistas se expresa que el Informe Ambiental Resumen (IAR) hecho por Schuepbach Energy Uruguay (SEU), la empresa prospectora, no presenta información precisa sobre las características que tendrían las actividades planteadas por este proyecto, alegando que son perforaciones en busca de hidrocarburos convencionales.
SEU forma parte del grupo Shupebach Energy, una empresa privada que tiene como principal accionista a Petrel Energy Limited con sede en Australia. SEU fue fundada en el año 2007 en Uruguay y se dedica a la exploración y producción de hidrocarburos (gas natural o petróleo) a nivel mundial, utilizando una red de expertos internacionales. En un contrato con ANCAP dicha empresa acordó realizar de forma exclusiva los trabajos correspondientes a la exploración del terreno y, llegado el caso, la explotación de hidrocarburos en las áreas pactadas del Uruguay.
El fracturamiento hidráulico, más conocido como “fracking,” es una técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales. En resumidas cuentas, se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de ciertas rocas. Para ello se realizan pozos que ocupan amplias áreas y se inyectan en ellos miles de litros de agua dulce mezclados con un cóctel de sustancias químicas y tóxicas para extraer el gas.
Este método tiene varios riesgos. Durante las perforaciones hay peligro de explosiones, escapes de gas y de ácidos. También existen posibilidades de que algunas de las fracturas realizadas alcancen algún acuífero, contaminando el agua con los fluidos que se inyectan y también con el gas que se pretende extraer.
Según el portal de noticias Sudestada, el contrato que ANCAP firmó con la empresa establece que “las referencias a hidrocarburos en este contrato comprende también los hidrocarburos no convencionales”. Pero en el comunicado de ANCAP se hace un énfasis muy importante en señalar que no se utilizarían técnicas como el fracking para obtener hidrocarburos no convencionales.
Víctor Bacchetta es periodista ambiental e integrante del movimiento Uruguay Libre de Megaminería y expresó a Sala de Redacción que “aunque en esta etapa no se trata de explotar hidrocarburos, ya que hasta el momento no han confirmado su presencia, las perforaciones planteadas implican serios riesgos para las aguas subterráneas y los suelos de la zona. En la búsqueda de hidrocarburos se emplean lodos con productos químicos específicos, se plantea la utilización de explosivos y de un dispositivo radiactivo para el perfilamiento del pozo. Es evidente que estas perforaciones no se pueden comparar con aquellas dirigidas a encontrar agua para una fuente termal, como ha declarado el director de la DINAMA, Alejandro Nario, para justificar su autorización”.
Bacchetta contó que analizaron el informe de SEU con técnicos en la materia y entregaron a la DINAMA las objeciones que ellos tenían. Allí señalaron la ausencia de informaciones clave por ejemplo, la composición de los productos químicos a ser utilizados y planes de contingencia adecuados frente a los posibles accidentes que pueden suceder. “También señalamos las contradicciones en que incurre la empresa que, por un lado, a la DINAMA y al público uruguayo le declaran que solo están buscando hidrocarburos convencionales y, por otro lado, a sus accionistas e inversores les dicen que existen posibilidades promisorias de encontrar hidrocarburos no convencionales”, afirmó Bacchetta a SdR.
Conforme expresa Sudestada, el director ejecutivo de Petrel Energy Limited David Casey hace especial énfasis en los recursos no convencionales, ya el 9 de julio de 2013, cuando se iniciaban los trabajos de exploración, Petrel dejó claro en la página web Proactive Investors Australia que “los pozos representan la primer exploración profunda de petróleo en tierra en Uruguay por más de 30 años y la primera que se centra en los objetivos no convencionales”. ANCAP en ningún momento informó lo que Casey expresó sobre los recursos no convencionales que para encontrarlos se debe usar el fracking.
Bacchetta recalcó que “ANCAP y sus técnicos en esta área, especialmente el gerente de Exploración y Desarrollo Héctor de Santa Ana, han tenido una conducta ambigua sistemática en este aspecto, lo que coincide con mantener vínculos empresariales nada claros. Por un lado, en declaraciones públicas dentro del país dicen que no están de acuerdo con el fracking pero, por otro lado, los contratos firmados con Schuepbach y otras empresas petroleras incluyen específicamente a los hidrocarburos no convencionales”.
Además el periodista manifestó que mediante una ley que prohíba el ‘fracking’ en todo el territorio nacional se daría una señal clara a esas empresas para que desistan de sus actividades especulativas y la posibilidad de utilizar esta técnica.
“Preguntado por pobladores en un Consejo de Ministros abierto, el presidente de la República y la ministra de Industria dijeron que no se aplicará el fracking, pero la bancada mayoritaria del oficialismo en el Parlamento ha venido dilatando la consideración de esa ley. Más recientemente, el diputado Julio Battistoni, presidente de la Comisión de Industria donde se estudia este proyecto, se declaró partidario de una moratoria, no de la prohibición. Con esta postura, el problema sigue en los mismos términos, a lo sumo se postergan las falsas expectativas”, finalizó Bacchetta.
Adriana Carabajal Cont,i maestra de educación primaria y docente en el área ambiental del departamento de Salto expresó a SdR que “si es una perforación para exploración y explotación de hidrocarburos convencionales o no convencionales implica un riesgo, partiendo de la base que no es realizar un pozo para extracción de agua como nos quiere hacer creer la DINAMA, sino que ya implica la aplicación de materiales contaminantes, que inevitablemente va a contaminar nuestras aguas subterráneas”.
Carabajal afirmó que no se conceden las audiencias reclamadas por los movimientos ambientalistas porque no se ha dicho toda la verdad. “No les sirve a las autoridades que la comunidad esté informada, ya que así, se pondrían en evidencia las mentiras que la empresa oculta sobre las perforaciones y su verdadera intencionalidad, mejor si pasa todo inadvertido, mejor si lo ignoramos”.
“En lo referente a la postura de ANCAP, ya tenemos grandes evidencias de las cuestiones ocultas de esta empresa del Estado, sabemos de las conductas deshonestas de sus jerarcas, que perpetúan la impunidad de los mismos, no es casualidad que la empresa no haya sido clara con las características y verdaderas causas de este contrato llevado adelante con la petrolera estadounidense”, finalizó Carabajal.
La situación de las perforaciones seguirá en el tapete ya que la empresa Schuepbach Energy tiene contrato con ANCAP por varios años. Hernán Sorhuet Gelós periodista ambiental y columnista de El País en un artículo publicado en Enero de 2016 expresó que “Uruguay tiene mucho que perder y poco que ganar si se descubren y explotan yacimientos no convencionales. En primer lugar tendrá un impacto negativo contra sus recursos naturales más valiosos y esenciales: el agua y el suelo”.
Arianne Garreta