En el V Encuentro Nacional de Retirados Militares que se desarrolló en la ciudad de Florida elCoronel (R) Ruben Hartmann.
Foto captura Televisión de Florida
El militar, en un acto público, leyó una proclama donde reivindicó las torturas, los asesinatos, el robo de niños, y todas la violaciones a los derechos humanos, enmascarándolo como “fatalismo agrio de mezquinas circunstancias en que les tocó servir”.
Sobre el cierre señaló a su vez, en tono amenazante, que “por ahora, empezamos a volver”
Aquí las palabras transmitidas por la televisión de Florida:
“Hay quienes decididamente manifiestan que no creen que los militares sirvan a los más nobles ideales y destinos de la patria, hay quienes atrapados en una perversa dinámica de revanchismos y rencores, creen que las fuerzas armadas no tienen más derecho que el de soportar la humillación y el menosprecio de la sociedad.
Se empeñan en socavar las bases de su fin solidario, pretendiendo crear grietas y antagonismos entre las distintas jerarquías y generaciones. Y con ligereza y sin fundamentos bregan constante y sistemáticamente por su desaparición total.
Lógico, el que no tiene claro, y duda de sus propias convicciones, o filosóficamente, comulga con otros pseudos sistemas democráticos republicanos, naturalmente tiene la necesidad de agredir y desmerecer, que otro remedio queda para imponen sus ideas. Siempre resultará más fácil ser intransigente que moderado, porque el criterio absoluto entusiasma más y pide menos reflexión que el criterio relativo.
Una tradición oral cuenta que cuando el General Artigas definitivamente decidió cruzar al Paraguay, sacó de su alforja los últimos 4.000 patacones y se los consignó al leal y fiel sargento Francisco De Los Santos, para ser entregados a los orientales que estaban prisioneros en la Isla de Cobras en Río de Janeiro.
Matafóricamente no podemos omitir cierto paralelismo y le enviamos nuestros saludos a los camaradas retirados que por el fatalismo agrio de mezquinas circunstancias en que les tocó servir, hoy se encuentran privados de su libertad.
Firmes y dignos, que esta consigna sea el centinela de nuestro proceder. Ojalá que al terminar esta jornada, todos nos vayamos con una sonrisa y con la alegría de habernos reencontrado.
Muchas gracias y por ahora empezamos a volver.”
Fuente:Diario La Juventud